jueves, 6 de junio de 2013

Etapa 2: Pamplona - Los Arcos

Bueno tras levantarnos medianamente a una hora prudencial a eso de las 7:30 buscamos un sitio para desayunar y recoger fuerzas para soportar el día que nos esperaba con nuestras miras fijadas en la subida del perdón.



Tras el desayuno devolver las llaves a nuestra queridisima anfitriona la Señorita Bego, por cierto muchas gracias por tu acogida nos salvaste la vida!, intentamos que nos pusieran un sello de Pamplona ya que el dos anterior solo habíamos sellado una vez y mínimo tienen que ser dos al día. Bien pues el sitio donde nos darían para sellar era la estación de autobuses la cual estaba cerrada y tras dar mil vueltas por Pamplona pusimos rumbo a nuestro destino pero al de 5 km decidimos hacer un alto para poder comer un pinchito que ya había hambre de nuevo, ya que teníamos al Perdón a la vista, para cuando nos quisimos dar cuenta ya estábamos sorprendentemente arriba! Increíble no sabemos si fue por el hecho de la etapa del dia pasado pero resulto ser difícil pero no exageradamente difícil.



Tras haber hecho lo que se suponía que era lo mas difícil del día empezamos a descender con algún que otro tropezón ya que el terreno eran muchos cantos sueltos y no había quien usara la dirección de la bicicleta.



Tras tu unos 11km de bajada y ver como los kilotemtros pasaban a un ritmo prudencial entre  ascensos y descensos (aunque esta vez mas moderados) fuimos pasando por sitios característicos como Puente de la Reina, Ciraqui, Estella


 


Al llegar a Estella nos tuvimos que refugiar durante un rato ya que empezó a llover de forma moderada pero con pinta de que pararía pronto.



De la que nos dispusimos a volver a darle a la bicicleta "zas en toda la boca" nos encontramos con la fuente del vino por gentileza de bodegas Iratxe la cual tuvimos que hacernos foto rápida y salir corriendo a refugiarnos en un pórtico ya que, cual maldición, se puso esta vez a diluviar!



Media hora mas tarde aproximadamente continuamos con el camino con algo de barro pero no pudo con nosotros.
Tras 20km aproximadamente llegamos a Los Arcos donde tuvimos la brillante idea de preguntar por albergues y como no otra vez llenos... Menos mal que nos indicaron otros peregrinos que había una casa en la cual debía de haber dos camas y así fue  esta vez nos libramos de ir al siguiente pueblo.

Para acabar el día nos metimos una señora paella y un fidegua que sabian muy muy ricos para recargar fuerzas para la etapa siguiente.


*Faltan 15km que a Gil se el olvidó conectar el GPS

miércoles, 5 de junio de 2013

Etapa 1: Saint Jean Pied de Port - Pamplona

Nos hemos puesto el despertador a las 7 con intención de echar a andar sobre las 8. Cuando ya teniamos todo listo para montar en las bicis nos hemos percatado que faltaban las llaves del candado de Javi... 
Tras buscar por todas partes durante una hora y cuando estábamos intentando que el francés del Albergue nos entendiese que necesitábamos una cizalla justo aparecieron las llaves en el alero de la ventana bajo la cual estaba candada la bici... un minipunto  para Javi y casi las 9. 


Compramos unos bocadillitos para desayunar, dos platanos, dos barritas y para arriba por fin. Las primeras rampas demoledoras, algo de tregua y mas subidas. 

 
Cuando acaba la subida empiezan los caminos de cabras, pie a tierra y a arrastar los 25kg de bici ladera arriba. Todo esto con una sobrecarga en los cuádriceps que no sabia si podría dar un paso mas y parando cada 10 minutos a coger aire. 
Ahí vimos a unos brasileños que se habian hecho las ultimas rampas montados y estaban muertos, eso sí,  no llevaban ni la mitad de alforjas.


En fin, esto es el resumen de lo que sería un tercio del ascenso. Después ya vino una zona mas suave que nos permitía subir montados salvo algun trozo puñetero. Ya casi arriba coincidimos en una fuente con una pareja que llevaban unas cannondale monobrazo de 7kg y sin alforjas que nos dejaron ojiplaticos. El truco estaba en que habian contratado porteadores para llevar el equipaje. Asi cualquiera! Bueno no, que los 1300m hay que subirlos si o si.  


Iniciamos por fin el descenso a Roncesvalles combinando suelos de hojarasca con zonas de lapiaz y otras de bosque muy chulas. 


También hubo que cruzar algún que otro río...



Una buena embarrada y al fin en Roncesvalles comentando mientras devorabamos unos bocadillos que menos mal que ya seria todo bajada hasta Pamplona.


Y sí, era todo bajada menos las subidas demoledoras que daban a otra bajada. Lo malo es que las bajadas eran trialeras y partes muy tecnicas que nos machacaban los brazos y el culo, vamos que jos queriamos morir y aún quedaban mas de 30km para llegar.


En fin, tras decenas de salidas de cadena y de caida de alforjas llegamos a pamplona no se ni cómo.  Nos tiramos en un parque y llamamos a los albergues con la grata noticia de que no había sitio. 


Tuvimos que pedirle sopitas a Bego para darnos cobijo y ya una vez duchados nos fuimos a un buffet chino. Yo comi mas que en una boda y al de media hora ya volvia a tener Hambre. Sin duda en este viaje yo solo pedaleo pensando en el próximo pueblo donde podre comer algo y Javi sobrevive de fuente en fuente.

 Por último antes de acostarse un buen combinado de aspirinas y antiinflamatgorios  para no tener agujetas al día siguiente...

 

martes, 4 de junio de 2013

Etapa 0 (prólogo): Roncesvalles - Saint Jean Pied de Port

Con las prisas de última hora y después de perder el primer autobús (culpa mia) hemos llegado a bilbao con el tiempo justo para comernos un pinchillo de tortilla y subir al autobus a Pamplona.



Una vez en Pamplona hemos convencido a unos peregrinos para compartir taxi y  no tener que esperar al autobús de las 6. Por el camino nos hemos ido percatando de lo a tomar por culo que está Roncesvalles y de la kilometrada que nos vamos a tener que meter mañana justo después de la paliza que va a ser subir los Pirineos...

Sobre las 4 ya estábamos en Roncesvalles listos para recoger las bicis y empezar la simple tarea de montarlas, meter el equipaje etc. Por suerte estaban casi enteras montadas y digo suerte porque para poner los topes de pedal, un portabotellines, hinchar una rueda y colocar las alforjas yo he oido como cinco veces las campanas, vamos que mas de dos horas...


Había una pareja a la que ya les hemos enseñado las gallinas un par de veces cuando nos ha tenido que explicar como funcionaba la herramienta multiusos y como cerrar las alforjas. Nosotros como vamos a todo lujo pues ni nos habiamos planteado mirar en youtube como va todo eso...
A todo esto habíamos oido como que no había camas libres ya en el hotel de Roncesvalles y pensamos... vamos a llamar a Francia a ver si hay risas... y las hublo claro! Los dos sitios que ponía en la guia llenos...



El caso es que al fin terminamos de montar todo y dijimos: pues nada, a la aventura! Dejamos allí a la pareja montando sus bicis, que justo les acababan de llegar, y ponemos rumbo a Le France!
 
La primera subidita ya me ha dado idea de lo que supone ir con todo ese peso extra y por suerte el resto del trayecto era bajada.

Una hora y 25km después ya estábamos en Saint Jean Pied De Port. Tocaba buscar dónde dormir y tras dudar un poco de dónde buscar encontramos la calle de los albergues. Nos metimos en el primero que  vimos y con el acojone que teníamos ni miramos más. 16€ la noche, caro, pero lo bueno es que estamos solos en la habitación :-D

Nos hemos ido a buscar un sitio para cenar y después un paseito rápido antes de que nos cerraran la puerta.

Ahora a dormir que mañana toca la que, sobre plano, será la etapa más dura de todo el viaje.

Nueva aventura: El camino de Santiago en bicicleta

5 años después nos embarcamos en una nueva aventura, a priori, lowcost que sabemos perfectamente que se nos ira de las manos... en cualquier caso la titularemos "the fucking money matters".

Esperamos que este viaje tenga menos imprevistos que el viaje a Holanda,  y no se convierta en una nueva aventura de supervivencia.

Esperamos ir actualizando este blog con las anécdotas de cada etapa siempre y cuando la tecnología nos lo permita.

Saludos y ¡buen camino!

domingo, 3 de agosto de 2008

DÍA 20: El largo viaje de vuelta

Empezamos ya muy temrano con el viaje a NY a las 7 de la mañana y tras tenr que quitar algo de peso de la maleta (1kg de 15, puta peña estricta) nos embarcamos en el avión. Nos tocó desperdigados y la verdad es que se hizo largo. A Javi le tocó sufrir a una pareja de negros tuneados que casi no entraban en el asiento, tanto fue así que al de un rato una azafata le ofreció cambiarle de sitio para que no se ahogase xD. En fin, que la final llegamos a NY, e incluso nos dieron las maletas. Como éramos unos expertos ya en el JFK intentamos indicarles a dos tipos como ir al metro desde el airtren en el que estábamos, pero después de decirles que este era uno circular que iba por todas las terminales y que tenían que coger el del otro andén, creemos que se volvieron a meter al que no era... en fin, nosotros lo intentamos.

De la misma fuimos a la zona de "restaurantes" para comer algo y quien dice algo dice pura supervivencia porque seguíamos en EE.UU. y la comida seguía siendo una lotería. Intentamos coger wifi en unos enchufes que había allí para cargar los portátiles y eso, pero no había manera, todas las redes eran de pago o basadas en publicidad que luego no funcionaba y tal, así que nos dio rápidamente la hora de facturar y tras el autochecking, en el control de equipaje de mano, ya me hicieron sacar el subwoofer para echarle un vistazo, pero luego me lo devolvieron y no hubo más problemas. Gastamos el último tiempo de espera a comprar algunos regalillos que quedaban pendientes (a precio de oro) y nos tocó embarcar.

Tras entrar con 45 minutos de retraso y miedo ya a perder en enlace en París, esta vez nos tocó un 747 con buena pinta. Luego no tenía ni pantalla en los reposacabezas, ni nada, así que una mierda. Por suerte el avión estaba medio vacío y en cuanto despegó nos fuimos Javi y yo a una fila en la que no había asientos delante para tener algo más de espacio. Esta vez se hizo más corto porque dormimos bastante rato, aunque acabamos con las rodillas destrozadas. Al que se le hizo duro fue a Ignacio, a parte de por las horas acumuladas por llevar más de las 10h sin fumar.

Una vez en el Charles De Gaulle y tras ir hasta la otra terminal, esta vez sin correr, nos pusimos a la larga cola para el control de equipajes de mano. A mí m volvieron a hacer sacar el subwoofer y el gabacho de mierda me dijo no sé qué de que era muy grande para llevarlo en la cabina. Mentira, porque entra en una mochililla y la gente lleva maletas 4 veces más grandes que mi mochila, así que tras no recibir más información que que no podía embarcar con eso m tocó ir a facturar la dichosa mochila. La jugada no era sencilla porque tras recorrer la terminal para alante y para atrás unas cuántas veces, al fin una azafata acertó a decirme que la número 14 estaba en el piso de abajo, sí, escondida en una esquina. Tras mirarme con cara rara el tío por querer facturar una mochililla me dirigí otra vez al control, ahor ala cola era más larga aún y ya andaba muy justo de tiempo. Por suerte pude meterme en una para pasajeros con menos de 20mins al embarque. No iba a acabar aquí porque la D74 también estaba a tomar porculo, escondida y en otra planta. Total que llegué 5 minutos antes de la hora de apertura y por fin montamos en el autobús con alas ese de Brit Air.

El viaje ya de solo dos horas era pan comido y además había gente de muy buen rollo en el avión, bastantes jóvenes, comentando las vacaciones. Total que llegamos a Loiu por fin y nos echámos unas risas cuando vimos como la maleta de Ignacio se caía de la cinta transportadora desde una altura de 2m e iba corriendo donde los tíos a decirles que la recogiesen y que tuviesen más cuidado.

Por suerte tras hacernos la típica jugada de esperar en la cinta que no era nos aparecieron todas las maletas sin mayores daños que los que ya tenían y nos pudimos ir en la furgo de Iván para nuestras rspectivas casas.

Y eso fue todo, hemos sobrevivido a la aventura aunque hemos vuelto sin un duro. Siempre nos quedará el pedregal.

DÍA 19: De resaca en Las Vegas y el autocastigo de ver lo que nos habíamos perdido

Bueno, tanto como resaca... más bien sueño. Para no variar nos levantamos tarde y recogimos un poco la habitación que tenía empapada la moqueta de la "destrucción" de la noche anterior... de la misma nos fuimos a la piscina a rehidratarnos un poco. Esta vez estábamos solos, se ve que la noche había sido dura para todos. Ignació no aguantó el calor y se acabó yendo a la habitación al rico aire acondicionado. Javi y yo nos quedamos ahí haciendo la fotosíntesis y lo que sería posteriormente el despelleje consecuente.

Llegó la hora española del hambre así que nos pusimos en marcha en busca de un sitio cercano donde habíamos visto anunciado, días atrás, un steak de NY con huevos fritos. Resultó que no estaba tan cerca, pero nada excesivo a pesar del cansancio acumulado. Aquí se produjo la situación curiosa de que Ignacio no podía fumar en la mesa pero sí a 2 metros en la barra. En cualquier caso nos comimos los filetes y nos quedamos muy a gusto por los 7$ que no costó.



La idea original era ir a ver los casinos o algo, pero la siesta tiraba más así que ahí nos fuimos otra vez a la habitación. Total que a lo tonto nos dieron las 7 y tras un debate decidimos salir otra vez a la noche. Era una jugada arriesgada porqu tníamso que pillar a la 4am un shuttle al aeropuerto, pero le plan era salir de tranqui y conseguir entrar a una discoteca a vr cuál es el ambinte real. Al final nos pusimos en marcha a ver si llegabamos a tiempo para el horario americano, pero ni con esas. Entre que fuimos otra vez al buffet del Sáhara y volvimos con litros comprados (esta vez solo 1L de bacardi) nos dieron ya las 10 en el hotel.



Lo que por el mediodia nos habían dicho que la limousina solo era hasta las 7, el chófer nos dijo que nos llevaba cuando quisiéramos a cambio de una "propina". Total que resultó que el tio trabajaba también para la discoteca LAX así que por 20$ cada uno nos dejaba allí, nos conseguía pases VIP y nos venía a buscar después, en principio ideal. Así stuvimos la noche hablando con un suizo que se estaba recorriendo el país (a esos sí que les sobra el dinero) y al final Javi se acabó bebiendo un chupito de una botella que había comprado que tenía pepitillas de oro "diluidas". Al final y tras un poco de retraso llegó la limousina, para entonces el marroquí del otro día se había apuntado también al plan y cuando entramos estaba ya petada de gente. Un calor infernal porque estaba el AA estropeado, pero resultó curioso el estar todos ahí en un sofá.

Tras dejarnos en el Luxor nos fuimos hacia la LAX y aquí nos dividimos porque nosotros fuimos para la cola directos y el resto subieron a un bar donde daban bebidas gratis (nosotros no teníamos tiempo). En la cola conocimos a unas tías de miami que nos dieron algo de bebida y algún que otro guiño, pero a la hora de entrar no se tomaban rehenes, cada uno a su guerra. A nosotros nos querían cobrar 20$ por entrar pero tras negociar Ignacio con el de la puerta y contarle la historia de la limousina y que nos teneíamos que ir en 1 hora nos dejó entrar gratis.

Aquello era ya otro mundo, parecía más ya lo de las películas, podríamos decir que allí la nota media era un 9 y con pinta de haber fiesta de la buena. Nos dimos una vuelta por la pista y después de tomarnos unos cacharros de 15$ grrr emprendimos la huida con rabia a coger la limo. El tio esta vez fue puntual y llegamos al hotel con un par de horas de margen. Horas que dedicamos a acabar de cerrar las maletas y a echar una minicabezada.

La sorpresa fue cuando no llegaba nunca el shuttle, tanto que al final acabó llevándonos uno del hotel al aeropuerto, eso así a precio de shuttle claro. Ya en el aeropuerto y como nos quedaba aún una hora me pasé por dollar.com a ver si por casualidad seguía le coche allí y dentro mis gafas, pero no hubo suerte así que a por el avión con las manos vacías.

DÍA 18: De fiesta por Las Vegas

Bueno pues al llegar al hotel tras la visita del gran cañon, nos dispusimos a darnos una duchita ya que estabamos de polvo hasta las narices, literalmente. De la ducha, ya un poco mas adecentados nos fuimos a dar un baño relajante a la piscina para intentar socializar un poco para la noche. Esto fue un poco mal ya que no hubo mucha gente para poder hablar. De todas formas estuvimos un buen rato en la piscina y otro tanto echando una siesta, así que nos dieron las mil, como siempre, tipico horario español para no perder las buenas costumbres. A eso de las 8 decidimos ir a buscar algo para cenar, vimos que en el Sahara había buffet por 6.99$ así que allá fuimos. Resultó que para conseguir el precio de 6.99$ había que sacarse una tarjeta del casino (si no eran 12$), pero era gratis así que después de ceder nuestros datos nos fuimos para el buffet aprobar un poco de todo. Tras degustar unos cuantos platos llegamos a la conclusión de que solo había cuatro platos aptos para nuestro paladar, pero menos da una piedra, así que nos llenamos bastante. Además, luego nos metimos también unos postres así que salimos ya bastante hinchados y muy tarde. De la misma nos metimos en una licorería y tras debatir acabamos cogiendo otra botella de 1,75 de bacardí para mezclar con cola y con limón.

Total, que llegamos como a las 10 al motel con hielos y todos y nos fuimos a las mesas donde suele estar la gente por la noche. Resultó que estaban dos del hotel jugando a lo que llamaban "ping pong beer" que viene a ser algo así como "el duro" de toda la vida solo que lanzando una pelota de ping pong. Aquí hay que reconocer que son más higiénicos porque cada vez que la pelota caía al suelo la enjuagaban en un vaso de agua, cosa que con el duro, de naturaleza sucia, es implanteable. Nosotros seguimos a nuestro ritmo hablando con la peña de allí, un marroquí, ingleses, alemanas, las del ping pong que eran de Alaska... y bebiendo y bebiendo nos dieron ya la 1 y nos empezamos a plantear que narices hacíamos allí, así que le dijimos al chorbo del hotel dónde podíamos ir y nos dijo que ya era muy tarde para ir a los clubs grrr. No le hicimos mucho caso y al final le sacamos que los mejores clubs eran el LAX y el Flamingo. Fuimos a la habitación a cambiarnos, y tras inundarla y destrozar un poco el mobiliario: futbolín, literas, etc nos cogimos un taxi que nos dejó en el Luxor (el de la pirámide) y comenzamos a buscar alguna discoteca o algo. Tras dar un par de vueltas tontas nos perdimos en la típica bifurcación que parece que va al mismo punto y no, Gil acabo por un lado y Javi y yo por el otro. Curiosamente, a pesar de volver para atrás, no volvimos a encontrarnos. Tras esta primera baja, Javi y yo nos dirigimos al Flamingo ya que nos habian dicho que la disco estaba abierta. Para conseguir llegar hasta allí, preguntamos a una chica que se iba ya para casa. Nos dijo que estaba cerca y fuimos con ella.



Al llegar allí descubrimos que estaba cerrada lo que acababa con la ultima esperanza de fiesta de esa noche. Entonces, Javi tiró de manual de supervivencia y lanzo la caña a ver que pasaba y bueno, desde fuera pareció tan fácil… Nada, que me quedé solo, sabiendo que Gil también andaba solo por otro lado de la ciudad, así que decidí volver al hotel. En buena hora, fueron 3-4 horas de caminata, incluyendo varias visitas a los casinos, salto de vallas (los muy cabrones de los casinos cierran las calles en sus esquinas), esquivación de putas, etc. Total, una noche que empezó bien y que acabó con cada uno por su lado. El Gil llegó media hora después, habiendo hecho un recorrido similar, con la particularidad de que además de putas le entró un maricón en coche, a lo que Gil casi le pota.. El Javi, que fue mas astuto y le sobra el dinero se vino en taxi (estaba justificado, teniendo en cuenta la compañía) y “durmió” a un par de habitaciones de distancia.